CONFLICTO DEL CARBÓN

Los mineros están en pie de guerra, con motivo.

Se acaba la extracción de carbón en España y todos ellos se van al paro, condenando a la miseria a comarcas enteras. La cuestión está en la supresión de las "ayudas al carbón". El carbón que se extraía en España estaba subvencionado para que pudiera ser competitivo en el mercado nacional (producción electrica mayoritariamente). Si alguien piensa que es bueno recortar ahi... que piense que esas subvenciones eran bastante menores que, por ejemplo, las que reciben los productores de plátano en Canarias.

Pero en este conflicto hay mucho trasfondo. La eléctricas están cerrando paulatinamente las centrales térmicas, luego ya no van a necesitar carbón.
Producir electricidad con carbón sale muy barato, pero la patraña pseudo-ecologista nos a comido la cabeza de tal forma que ahora se rechaza el carbón y en favor de las renovables (infinítamente más caras para el bolsillo del ciudadano de a pie).
Eso sí, aludiendo a una serie de ventajas ecológicas -más que dudables-. La izquierda que aplaudía con las orejas la "burbuja verde" ahora se lleva las manos a la cabeza ante el desmantelamiento minero.
Como siempre, no sabe por dónde le da el aire. Alguno seguro que se preocupa por el futuro de los mineros mientras lleva puesta una de esas camisetas de STOP CO2...

Pero la cosa pinta mal, las eléctricas van a cerrar varias centrales térmicas los próximos meses. Algunas ya se han anunciado... otros cierres aun permanecen en secreto hasta que se calmen las aguas.

En resumen, un absurdo:

- ¿Plantar el monte de ventiladores es mejor que una pequeña central térmica? No
- ¿Es malo producir electricidad con carbón? No
- ¿Podemos permitirnos el lujo de pagar energía falsamente verde a precio amarillo (de oro)? No
- ¿Por qué los que durante años iban contra el CO2 ahora lloran ante el desmantelamiento minero? Típica hipocresía propia de la ignorancia
- ¿Podemos desmantelar el sector minero y abandonar las comarcas mineras? No

¿Es incómodo lo que estoy planteando? Sí ¡Y qué! nadie dijo que la vida fuese fácil...