MI MALETA PARA NASHVILLE (DÍA -2)

Imagino que voy a Tenessee,
el país de los cow-boys...
Imagino que preparo la maleta,
la gran maleta que me gusta tanto,
y que tengo desde hace diez años...
canturreando voy metiendo todo dentro...

Mis toallas, mis calzoncillos y mi pañuelo,
mis zapatos de verano y mi traje de noche,
mis vaqueros, mi cinturón, y mis bonitos pantalones grises,
Mi colchoneta, mi viejo magnetófono de casetes,
mi polo, mi boina y mi camisa,
mis caramelos de fresa, mis camisetas;
13 camisetas, para quedarme tranquilo...

¡Y mis calcetines rojos y verdes de puntitos!

Después de más de 12 horas de vuelo,
estoy aquí en Nashville,
me doy cuenta de que esto no es divertido,
aquí la vida no es fácil,
porque mi maleta,
ésa que tanto amo,
por un lamentable incidente,
ha ido a parar a Philadephia,
con todo dentro...

¡Mi boina, mis gafas y mis peines!
Mi polo rojo y azul,
y mi cepillo de dientes....
Mi paquete de cacahuetes,
la correa del perro que no tengo,
y la postal de San Sebastián.
Mi bata y mis zapatos negros,
mi jersey verde,
mis zapatillas de deporte,
mis camisetas,
y todo lo demás...

¡La vida es cruel, a menudo dura y sin piedad!
pero hay que reconocer, que a pesar de todo,
cabía la posibilidad de tener tal problema.
¡justo cuando imagino que me voy de vacaciones!

Afortunadamente la imaginación da para mucho,
al día siguiente, hacia las 5 de la mañana,
este drama horrible que estaba viviendo,
por fin se arregla.
Una joven muy amable,
de ojos grandes y con los cabellos rubios,
me ha llamado desde el aeropuerto,
mi maleta vuelve en otro avión.

Ahora ya lo tengo todo:
Mis toallas, mis calzoncillos y mi pañuelo,
mis zapatos de verano y mi traje de noche,
mis vaqueros, mi cinturón, y mis bonitos pantalones grises,
Mi colchoneta, mi viejo magnetófono de casetes,
mi polo, mi boina y mi camisa,
mis caramelos de fresa, mis camisetas;
13 camisetas, para quedarme tranquilo...

¡Y mis calcetines rojos y verdes de puntitos!

¡Mi boina, mis gafas y mis peines!
M polo rojo y azul,
y mi cepillo de dientes....
Mi paquete de cacahuetes,
la correa del perro que no tengo,
y la postal de San Sebastián.
Mi bata y mis zapatos negros,
mi jersey verde,
mis zapatillas de deporte,
mis camisetas,
y todo lo demás...

En Nashville, Tennessee,
me encuentro con los musicos.
Que vienen a saludarme,
admirados por mis calcetines.

Cerca de Memphys, no lejos de Nashville, Tennessee,
un tal Elvis un día nació.
El se acercaba a cantar aquí,
a Nashville, Tennessee.
Con su piano loco, un señor llamado Jerry Lee
hacía temblar las paredes del estudio "Sun records",
en Nashville, Tennessee,
y qué me decís de un concierto de guitarra,
con el grandioso Chuck Berry.

Joder, y yo con mis calcetines rojos y verdes de puntitos....
¡Qué más se puede pedir!