LA ESTACIÓN DE AUTOBUSES

20 años después la "no estación de autobuses de Donostia" sugue llenando hojas y hojas de periodicos. Ahora la cuestión es ubicarla en Atotxa o en Riberas.
Si se ubica en Riberas... como conectarla al Euskotren (futurible metro) y Cercanías de Renfe...
La última es que "tampoco hay prisa" ya que según el alcalde sólo el 4% de los turistas acceden a Donostia en autobús.

Evidetemente... ¿quienes utilizan la estación de autobuses?
Unos pocos donostiarras que van a Bilbao, Vitoria y Pamplona... y sobretodo ciudadanos de la provincia y provincias limítrofes que tienen que acudir a Donostia para estudios, trabajo, médicos y hospitales, shopping o trámites administrativos.

Personalmente, tras 20 años de vergüenza (está claro que a los donostiarras, la estación de autobuses se la pela) yo creo que va siendo hora de que construyamos un muro al puro estilo berlinés o israelí. Saquemos la capitalidad provincial a otros puntos de la provincia, los hospitales, las administraciones y las tiendas... y que los donostiarras se queden encerrados y disfruten solitos de su puta barandilla de La Concha.

El resto de la provincia y provincias limítrofes ya nos las arreglaremos. Pondremos el hospital en Lasarte, hacienda en Zumárraga, las tiendas en Eibar, Zarautz o Tolosa y las universidades en Oñati... Y ya nos encargaremos de construir las estaciones de autobuses pertinentes.

Está claro que Donostia es un enorme y absorbente ombligo, que no está a la altura de ser capital de nada. Ser capital de una provincia requiere un ejercicio activo de responabilidad, cosa que no hace Donostia. Y lo más importante, mirar hacia el extrerior. Cosa impensable en Donostia ya que para los ciudadanos barandilleros no hay nada más allá de Añorga.

Quédense con su barandilla, pero si no quieren que los extracapitalinos lleguen a Donostia en condiciones mínimamente aceptables... renuncien a ser capital.