Y ya van unas 5... El señor al que le pagamos para que ande en barco, pasee en moto y se rompa la pierna eskiando acaba de volver a quedarse dormido.Fue ayer, en Sevilla. Inaugurando el curso académico. La verdad es que hay profesores que tumban a cualquiera, pero claro, éste no es un cualquiera, y parece olvidar que entre viajecito para cazar osos, juerguilla mallorquina y demás saraos, parte de su sueldo (que no se parece al mío) va destinado a que "no se duerma" en los actos oficiales.
De hecho, visto lo visto sería más cómodo fabricar un muñeco, pegarle su foto en la cara y llevarlo de un sitio para otro de inauguración en inauguración.
Otra cuestión es "por qué se queda dormido". Hay varias teorías, que no voy a relatarlas porque las injurias a la corona están penadas con 2 años de cárcel y, francamente, no me apetece cambiar Zarautz por Martutene. Pero nos las podemos imaginar, de hecho, a más de uno nos ha pasado algo similar -en nuestro tiempo de ocio-. Recuerdo una euskaljaia tirado en la pradera que me quedé sobado rodeado de botellas de sidra... y un sábado por la noche que después de algún patxaran me entró la modorra en la terraza del Bederen... Y esos míticos domingos de resaca... Creo que me equivoco, los Borbones no beben.
Pero lo peor de todo esto es que los mass media de la corte madrileña les ríen todas las gracias a los borbones. ¡Serán gilipollas! (los medias, claro)Acaba de venirme a la cabeza una estampa de mis vacaciones estivales... ¡Qué tiempos aquellos! (los vacacionales, claro) ¿Decía Karina que cualquier tiempo pasado nos parece mejor? Es probable que tuviese razón, ¿no?
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