LA OTRA CARA DE IBERDROLA

Hoy os voy a contar cómo funciona Iberdrola, de verdad, empresa que conozco muy bien y que últimamente se está convirtiendo en una de mis peores pesadillas.

Meterse con Iberdrola está mal, ya que es "la niña bonita" del PNV, la fiel colaboradora del PP, la fiel amiga del PSOE, la que nunca se mete con la Izquierda Abertzale y la que da (mejor dicho, daba) pequeñas alegrías a la estúpida izquierda mal autollamada "verde". Además es muy monárquica y no escatima en gastos a la hora de organizar festejos con los putos Borbones de invitados.

Pues bien, Ibedrola es una empresa que tiene externalizadas buena parte de sus actividades, lo que toda la vía se han venido llamando "contratas", que Iberdrola prefiere denominar "proveedores".

En los últimos años, la empresa va mal en España y las únicas alegrías le vienen de Escocia, pero claro, la vaca escocesa tampoco da leche para todos...

Así las cosas Iberdrola lleva realizando una política de ahogo a los "proveedores", reduciendo los pagos, aumentando las pautas y controles de calidad hasta límites extremos... e imponiendo multas a sus proveedores.
Para que os hagais a la idea, en 2011 Iberdrola pagaba a sus proveedores por un trabajo cualquiera a mitad de precio de lo que hacía 5 años antes, en 2006.

Pues bien llegados a este punto, Iberdrola ha entrado en una fase de "quiebra virtual" ya que a día de hoy no puede hacer frente a los pagos de sus facturas en los margenes que impone la ley (a 75 días). Es decir, que si tú haces un trabajo para Iberdrola y le presentas hoy una factura, en los próximos 75 no va a poner pagarte, así que directamente rechaza tu factura y la deja en el limbo.

Traducido al "simple" quiere decir que los "proveedores" que trabajan por cuatro céntimos para Iberdrola están siendo presionados para que "hagan un esfuerzo" y no pasen las facturas, ya que Iberdrola, de momento, no las piensa pagar. En caso de pasarles una factura, la rechazan hasta nueva orden, es decir, no te la van a pagar.

Esto está haciendo mella en las empresas proveedoras. Las más potentes, están abandonando a la eléctrica y se niegan a trabajar para Iberdrola. Las más modestas, está padeciendo esta condena a "trabajos forzados gratuitos" y van cerrando poco a poco, ya que no pueden hacer frente a la situación.

Y todo esto mientras los hijoputas del PNV, PP, PSOE, Izquierda Abertzale y demás comparseros lamen el culo al salmantino Sánchez Galán.

Pinta mal la cosa, en breve, os escribiré desde el paro... o desde la cárcel, ya que el único pensamiento que tengo en este momento es conseguir -como sea- 1.500 kilos de dinamita, y volar la nueva y flamante Torre Iberdrola del centro de Bilbao, y si consigo pillar a algún directivo dentro... ¡mejor!

Si alguien me puede ofrecer esa cantidad de explosivos, por favor, póngase en contacto conmigo a través del email publicado ene sta misma página.