Ayer anunció Ferrán Adrià que en 2012 y 2013 su restaurante "El Bulli" permanecerá cerrado todo el año (hasta la fecha solo abre 6 meses al año, de junio a diciembre).
Según dice, se va a tomar un receso, que no vacaciones, ya que necesita "reinventarse", él y su resturante.
Esto de "reinvertarse" es un concepto estúpido al que recurren las revistas femeninas (las mismas que tienen tantos tests absurdos y adictivos) para decir que "ya está bien de hacer el primo".
Y Ferrán Adrià estaba haciendo el primo. Es decir, dejando de ganar muchos miles de euros, por el simple motivo de tener su restaurante abierto.
Este señor se forra en certámenes, entrevistas, cursos, libros, saraos de diseño, presentaciones... es decir, todo aquello que podríamos definir como "para-gastronomía". El hecho de tener el restaurante abierto (a su nivel, le obliga permanecer un elevado porcentaje del tiempo en las instalaciones) le resta tiempo para estar a otras cosas. Y no nos engañemos, 1.500€ que se pueda dejar una pareja en gastronomía absurda al hidrógeno líquido no son nada comparados con los cientos de miles de Euros que puede ganar Adrià asistiendo a una presentación en París, por ejemplo.
Pero como decir que "cierro el Bulli porque de esta otra manera saco más pasta" queda feo, pues ha recurrido a lo de "reinventarse e investigar" que queda más poético.
Triste que sea más bonito mentir que decir la verdad.
Que le vaya bonito, Sr. Adrià y que gane mucho dinero (en eso estamos todos).
Yo por mi parte seguiré usando planchas, sartenes y microondas en mi segundo rincón favorito de casa, que es la cocina. Lo del hidrógeno no lo llevo nada bien.
Bájatela, imprímela y pegala en el cristal junto a la tarjeta de la OTA!!
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