¿QUÉ PASA CON EL PETRÓLEO?

Llevamos años viendo como el petróleo sube de precio día sí día también y la verdad, parece que nadie sabe por dónde cogerlo.

Los economistas suelen decir que ellos son los que menos saben de dinero. Puede que sea cierto. La pasada semana, un tertulisto radiofónico que decía era economista comparaba la situación actual con la de los años 70, nuestra genración (por eso nos llamaban los niños de la crisis).
El chico se empeñaba en poner datos encima de la mesa y recogía una declaración de la época que decía que "el límite para el barril de petróleo eran los 40$, de ahi para arriba el sistema se haría insostenible y predecía la castástrofe mundial". El tertuliano afirmaba que no sólo se habían superado los 40$(USD)sino que estaba a punto de alcanzarse los ¡100$! Como conclusión, se quejaba del precio de la gasolina y llamaba poco menos que "a la revolución".

Aquel tío (lástima no haberme quedado con su nombre) probablemente desconocía que un dólar de 2005 no es lo mismo que un dolar de 1980. Vamos, que se licenció gracias a las chuletas o gracias a arrodillarse durante largas horas bajo alguna que otra mesa.

Aquí os pongo una gráfica de la evolución del barril en dólares constantes... ¡ésos sí se pueden comparar¡

Como podeis ver, en 1980 (abril, concretamente) recién iniciada la revolución iraní, el dolar alcanzó los que serían hoy 101,40$.
Por tanto, ya lo siento, pero aún no hemos batido records.

Respecto al precio del carburante "de gasolineras" es curioso lo mucho que parece preocuparle al Gobierno. Es una putada, ya que luego sube el transporte, el pollo (parece que sólo comemos pollo)... y al final el IPC se dispara.
¿Alguien ha pensado en revisar los impuestos sobre las gasolinas?
Las malas lenguas decían que los impuestos suponen más del 65% del valor final -en gasolineras-...

Pero claro, si bajamos estos impuestos (que pagan tanto ricos como pobres por igual) tenemos otro problema...

De todas formas, yo que no tengo ni idea de economía os doy un consejo: De momento no nos asustemos, respiremos profundamente cada vez que vayamos a la gasolinera, pero no perdamos la calma. Al menos hasta que el precio del litro de la sin plomo supere al precio del litro de cubata.