Bájatela, imprímela y pegala en el cristal junto a la tarjeta de la OTA!!

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lunes, 7 de abril de 2008

LA BURBUJA

Llevamos más de 10 años hablando de la famosa burbuja inmobiliaria, esperando a que explote alguna vez.

Desde aquellos tiempos se decía aquello de... "más no pueden subir los precios de los pisos". Bueno, se ha demostrado que podían subir mucho más y aquí no pasaba nada, porque siempre hay gente con pasta que los puede comprar. Esto último lo decía el ex-ministro de economía Rato, y aunque tenía toda la razón del mundo, todo el mundo le puso a caldo. En este país no gusta escuchar aquello que siendo verdad molesta.
También es cierto que el gran impulso constructor y las grandes fortunas especuladoras del ladrillo se gestaron y desarrollaron durante el mandato del ex-ministro Rato, cosa que tampoco gusta oir a los del Partido Popular.

La cosa es que ahora la cosa está chunga, eso dicen. Los precios están bajando (o dejando de crecer ?¿) y se calcula que de media se desvalorizarán en un 20% hasta finales de año.
Esto es una buena noticia para casi todos, bueno, menos para los que han invertido en el ladrillo para sacarse sus beneficios.

El "pero" viene del empleo, que va a caer en la construcción. Bobadas. De hecho, no es ni el primer lugar ni la primera vez que sucede, el empleo de la construcción se puede mantener, si se fomenta la obra pública. En teoría ahora son tiempos de carreteras, ferrocarriles, canales y demás familia....

Algunas instituciones han dicho que no, que no tienen pasta para financiar tanta obra pública. Gran mentira:
1. Dinero hay, lo que no hay es gente capacitada para manejar y gestionar el presupuesto.
2. Si durante años y años miles y miles de personas se han endeudado para poder acceder a una vivienda, un vehículo, unas reformas... ¿quién dice que una administración no se puede hipotecar?

Otra cosa es que para los políticos sea una putada que caiga la vivienda -no hace falta que hablemos del famoso cazo- y otra cosa es que a los políticos no les apetezca pensar como hacer las cosas ante este nuevo escenario. La culpa es nuestra por elegir vagos, inútiles y maleantes.

Pero todo esto no me preocupa. Me preocupa más lo que no se nos cuentan, no porque no se quiera hacer público sino porque no se tiene ni puta idea de lo que va a pasar. Todos los escenarios se detienen a finales de este 2008 y es que se sabe más o menos como va a ir la cosa hasta entonces. La culpa, como siempre de los EEUU. Este país vive una situación de impasse hasta el proximo otoño, fecha en las que su actual presidente se irá a su rancho y llegará otro (espero) u otra nuevo u nueva.
El problema viene después. ¿Qué pasará a partir de las próximas elecciones americanas? De momento no se comenta nada, porque -según dicen- solo de pensarlo acojona. Y es que el panorama económico mundial viene negro, bien jodido.

De momento, poco podemos adivinar. Bueno una cosa sí está clara: La vivienda aun tiene que bajar mucho más. ¿Por qué? Porque los cazachollos aun no han aparecido.
Los cazachollos son los mejores indicadores del mercado. No se sabe cómo pero son los únicos que saben hasta cuanto/cuando van a bajar los precios, y en ése momento, en el mismo punto de inflexión, empiezan a invertir en ladrillos.
De momento están agazapados, cuán zorro oteando a su presa... ¡no les quitemos el ojo de encima!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los precios empezarán a bajar cuando los propietarios necesiten desprenderse de sus propiedades y no consigan hacerlo a menos que bajen los precios. Porque, quién está dispuesto a vender más barato de lo que compró? El que está muy desesperado, el resto preferirá alquilar el piso en vez de venderlo.
En la vivienda nueva la cosa cambia. Si el promotor no ve expectativas de negocio no construye nada. Y el margen para abaratar es muy escaso porque aunque sus beneficios parecen altos, no los son tanto si tienes en cuenta todos los factores en juego: primero, necesita un crédito bancario para empezar la promoción, lo que significa que una parte MUY grande de los beneficios de la promoción son para el banco; segundo, las tasas municipales son de órdago, lo mismo que las tajadas de hacienda... para que os hagaís una idea, estos gastos suelen suponer al rededor del 30% del presupuesto. El margen, como siempre, está en empeorar las calidades y en reducir los salarios de los trabajadores... y en que baje el valor del suelo, porque ese es el gran problema que tenemos aquí: la escasez de suelo.

wopztz@hotmail.com dijo...

se nota quién trabaja donde trabaja...