Para empezar, el viernes pasado las autopistas de sur de Francia eran gratuitas, porque los piquetes, en lugar de hacer atascos, se dedicaron a desconectar los TAG (ViaT), a sacar a las ventanilleras de sus cabinas y a abrir las barreras gratuitamente, bueno a cambio de un folleto que te daban para explicar sus motivos de queja.
La cosa es que entre huelgas, piquetes y gendarmes llegué al paraiso, planté mi minitiendadecampaña y me dediqué a tomar el sol durante todo el fin de semana. Ya lo dice el refrán "si el sol no va a donde está Igor, Igor va a donde está el sol".
Pero claro, el domingo regresé a la cruda realidad y me he encotrado con el histerismo en persona. Mi frigorifico semivacío (oye, que tenía cubitos de hielo) a mi vecina de arriba arrasando en el eroski con todo aquello que estaba embotado, embotellado o con al menos una semana de caducidad. Y yo con mis 4 yogures, el bote de tomate triturado y la barra de pan en la cola...
Y mi vecina metiendome miedo... que te vas a quedar sin víveres...
Y digo yo, ¿cuánto tiempo menos voy a aguantar vivo si no hago la gran compra del siglo? ¿5 días menos que mi vecina? ¿una semana?
La cuestión es que si hay que morirse de hambre, prefiero ser de los primeros, así me evito ver a todo dios morirse sabiendo que yo seré de los siguientes.
Una cosa buena tiene la huelga: las carreteras son una maravilla sin camiones.
3 comentarios:
ya te digo, las carreteras son gloriosas (si no hay piquetes). La verdad, espero que la huelga dure hasta el viernes y así hacer el trayecto Madrid Zarautz en unos 20 minutos menos de lo habitual.
En cuanto al histerismo, pues eso, que la gente se vuelve histérica y provocan problemas de desabastecimiento; reconozco que hemos hecho una compra algo mayour de lo normal pero tampoco como si fuera a haber un invierno nuclear o algo así.
Habría que ver cúanta de esa comida acumulada acaba en la basura...
¿Servirá de algo esta huelga?
para que más de un supermercado aproveche y limpie en profundidad las baldas... que a veces buena falta les hace
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