CASTIGO DE DIOS (DÍA 15 DE LA ERA OBAMA)

Iba a escribiros sobre el dromedario extraterrestre pero lo que me ha ocurrido hoy creo que tiene prioridad. Uno se tiene que desahogar...

Iba yo circulando muy lentamente por Bilbao (bajando Sabino Arana) en medio de un gran atasco, centenares de agentes de la ertzaina, policía municipal y sobrevolado por un ruidoso helicóptero, cuando al llegar a la rotonda del euskalduna se me ha puesto el semáforo en rojo, quedando parado en primera linea de la pole. Inmediatamente han salido decenas de ertzainas (esos que no salen cuando realmente les necesitas) y a modo de "cordón" nos han parado durante media hora. Tráfico cortado, la rotonda libre, para mi solito y yo sin poder pasar porque los chicos de la boina roja me lo impedían.

Inmediatamente se han formado unos grupitos de gentes encorbatadas, más o menos a la carrera, justo a la entrada del palacio Euskalduna. Es en ese momento cuando he bajado la ventanilla del coche (ya llevabamos unos 15 minutos parados)y le he preguntado a uno de los agentes de la autoridad ¿qué es lo que pasa?
Inmediatamente me ha respondido, -Que está el rey en el Euskalduna y va a salir ahora con el coche oficial. Por eso hemos cortado las calles.

He girado mi cabeza hacia el lado derecho y he visto como salían a despedir al Rey una conocida coronilla con cejas spokianas -supongo que era Ibarretxe-, Azkuna -alcalde de Bilbao-, un nutrido grupo que supongo serían de confebask, algunos de mis "vecinos" del PP, algunos políticos del PSE y más gente que no he llegado a reconocer. Inmediatamente mi reacción ha sido darle al cierre centralizado del coche. Nunca recuerdo si mi seguro del automóvil cubre los robos y hurtos. (Esto de cerrar el coche es broma, ya sabeis que soy una persona demasiado confiada, y así me va...)

Ahora en serio, entre tanto político, lehendakari, empresario y arrimategi, Juan-Carlos Borbón se ha metido en su coche. Bueno cochazo, negro, grande y con las lunas negras (excepto las del conductor que solo estaban oscurecidas) Con una bandera azul con el escudo de la Casa Real por delante y a la derecha. A paso de burra, a no más de 20 por hora han arrancado, se han acercado a la rotonda, justo delante mío y en ese momento ha salido la bestia republicana que al parecer llevo dentro.

He vuelto a bajar la ventanilla mientras he dado un solitario y contundente bocinazo con la mano derecha, mientras la izquierda la he sacado por la ventanilla, mostrando al señor de las monedas de 1 y 2 euros el más largo de mis dedos.

Inmediatamente el ertzaina me ha dicho ¿pero qué haces? Y yo simplemente le he contestado "Saludar al Rey" (esta vez he estado bueno de reflejos). Tras dos segundo de cara impasible (lo que ha tardado el ertzaina en pillar mi ironia) ha sonreido y finalmente ha soltado una carcajada, alejandose tranquilamente unos pocos metro de mi coche.

Lo verdaderamente jodido llega ahora, tras aparcar el coche y cruzarme con toda esa gentuza que se ha dedicado a comprobar si el culo del Rey sabe rico, he llegado a mi oficina con media hora de retraso, lo cual quiere decir que este viernes tenga que salir del trabajo media hora más tarde. A esto le llamo yo una real putada. Hay que joderse.