A LA SOFI NO LE GUSTA QUE LOS GAYS SE CASEN

La polémica de estos días es el libro de Pilar Urbano sobre Sofía de Grecia. ¡Vaya 2! Empezamos bien...

La opusiana Urbano ha escrito un libro con una entrevista a Sofía, la Reina de España (al menos hasta hoy a esta hora) y la polémica está en que la Sofi ha dicho que respeta la ley pero que no le gusta que a la unión entre dos hombres o dos mujeres le llamen matrimonio.

Vamos, que se acaba de alinear y dar una palmadita de ánimo a todos aquellos que durante estos años dicen éso mismo: jerarquía eclesiástica, sectas integristas cristianas, partidos populares, mundos y copes.

En principio, a mi me la sopla lo que piense la Sofi. Lo que sí me preocupa son las cosas que dice. Y es que aquí está el meollo de la cuestión.
A esta inmigrante griega en España no le pagamos para hablar sino para sonreir y acompañar a un tal Juan Carlos, siempre -eso sí- un paso por detrás.

El historial de la Sofía es conocido, sabemos de qué familia viene (y por qué salieron zumbando de Grecia), como piensa, conocemos sus amistades con Rouco, sus continuos guiños al Opus y demás parafernalia paramonarquica.

Resulta curioso que a esta señora no le guste que los gays se casen... ¿acaso se piensa que una vez casados van a ir a dormir a palacio? Yo siendo ella me andaría con cuidadito al decir estas cosas, viendo que sus hijos embarazan y paren a ritmo conejil, por simple estadística es más que probable que a Sofía le toque dentro de unos años asistir a la boda -gay- de alguno de sus nietos. Desconozco si llevará la peineta y mantilla.

También resulta curioso que estas dos señoras -la Urbano y la Sofía- se dediquen a cuestionar las bodas entre dos personas que -a priori- se quieren y respetan.
A mi me hubiese gustado más que le preguntara sobre el respeto, el amor, la fidelidad y ese tipo de cosas.
Dos tias no le gusta que se casen, pero no pasa nada si hay que ampliar las puertas de palacio para que la señora las atraviese sin enganchar su cornamenta en el dintel... Matrimonios con amor no pero matrimonios de conveniencia y adulterio sí. Muy cristiano no suena, la verdad.

En resumen, que a esta señora le pagamos para que se esté callada. Si no le gustan las leyes vigentes, ya sabe donde está la puerta. Y lecciones de ética, viendo su currículum, ninguna.

Sofía, preocúpese por usted misma, los divorcios reales, su marido, sus actitudes, etc. Preocupese por gastar los más de 8 millones de euros que generosamente le damos y deje a la gente que se quiere que sea feliz. O al menos que lo intente.

Otro día más sin podr contar lo del dromedario extraterrestre...