EASYJET Y LAS SILLAS DE RUEDAS

Volar a buen precio está muy bien, como dicen los horteras "democratiza los vuelos". Pero como en todo hay excepciones.
Os hablo de EasyJet, compañía aérea de bajo coste que recientemente se ha visto envuelta en la polémica a raíz de un desagradable incidente acaecido en el aeropuerto de Parme (Biarritz).

Joseph Etcheveste, natural de Urruñe, había adquirido ujn billete en dicha compañía para desplazarse a Paris para seguir un tratamiento hospitalario. Al hacer la reserva, indicó que necesitaba asistencia tanto en el aeropuerto como en el propio avión, ya que se desplaza en silla de ruedas. Ningún problema.

Cuando llega al aeropuerto y el asistente se dispone a subirle al avión, le avisan por el walkie-talkie para que no suba al pasajero. Easyjet rechaza a este pajsajero por "cuestiones de seguridad".

La verdadera razón de todo esto no es la seguridad. EasyJet, como empresa de lowcost que es, exprime sus aparatos al máximo, funciona contra-reloj. El hecho de subir a un pasajero en silla de ruedas supone una "pérdida de tiempo" que al parecer no estaban dispuestos a asumir. Evidentemente, para subir a un pasajero en silla de ruedas (y sin findger) se requiere subir primero al resto del pasaje, acercar un ascensor/montacargas rodante, montar al pasajero e introducirlo al aparato. ¿15 minutos?

Las grandes cabezas pensantes de EasyJet no se dan cuenta que cualquiera -incluso ellos mismos- pueden acabar en una silla de ruedas en cualquier momento.

Deberían de prohibir a los padres enviar a sus chicos a EEUU para hacer másters en MBA. Luego regresan a casa, encuentran trabajo en cualquier empresa... y a aplicar los métodos más repugantes para ganar dinero.