ERRARE HUMANUM EST

A Al Gore y otros tantos de su banda (por tanto, serán bandidos) les crecen los enanos, algo habitual cuando uno se pasa de listo, por lo que a mí y gente como yo, que vamos de tontos (y nos cunde) nos alegra.
Los lectores habituales y memoriados sabrán que en el tema este del clima hay muchas sombras y pocas luces.
Hay científicos, políticos y demás personas que toman al pie de la letra los datos que ofrecen las agencias y a partir de ahi sacan sus modelos y sus conclusiones apocalípticas irrefutables.
Pero cuando uno se fía de la veracidad de cosas tan complejas acaba haciendo el gilipitxi.

Leo que el instituto Goddard de la NASA, que se dedica a medir datos meteorológicos y hacer cositas de estas, rectifica sus últimos datos.

Recordareis (y sino estoy yo para eso) que el 2001 decían que había sido uno de los años más calurosos de la historia y que 1998 fue "el más caluroso" y patatín patatán nos dieron el coñazo insistentemente con eso de que íbamos a morir todos achicharrados -más o menos-.

Pues bien, 10 años más tarde han corregido sus datos y ahora resulta que 1998 ya no es el año más caluroso, que sigue siendo 1934. Y el famoso 2001 ya no está entre los 10 años más calurosos desde que hay registros (esto siempre se les olvida recalcar).

Para más coña el periodo 2000-2007 tampoco destaca como especialmente cálido, vamos, que han habido tiempos peores (o mejores, según se mire).

Y todo esto se lo debemos a un tal Steve McIntyre (estadístico canadiense) que calculadora en mano se ha dado cuenta que los del GISS nos estaban tomando el pelo con los datos.

Al final han rectificado y han dado la razón al querido Steve.