Aunque ayer Pernault en el informativo de la TF1 "felicitó" sin éxito a Carla Bruni por su presunto embarazo (que tampoco confirmó) hoy ha aparecido "el suegro", es decir, el padre de Sarkozy para confirmar, como quién no quiere la cosa, que la Bruni está embarazada y que los presidenciales aitatxos no desean saber el sexo de la futura criatura.
La verdad, esto de no querer saber el sexo de la criatura hasta que nazca siempre me ha parecido una cursilada. Sabiendolo de antemano te ahorras dinero, discusiones sobre nombres y ayudas a tus amigos en la elección de los regalos. Pero no, no entiendo estas ansias de "sorpresa que tiene la gente".
Quizás se deba a que yo fui un niño de esos que hasta que el tocólogo no me azotó el culo y me miró con detenimiento la matrícula... no se supo si venía niño o niña. Hoy en día el tocólogo sería condenado por pederastia de hacerlo así, tal y como lo he escrito.
¿Veremos a Sarkozy cambiar pañales a su criatura en medio de un mitin de las próximas presidenciales? Este por sacar votos cualquier cosa...
¿Sacará la Bruni un disco de nanas? ¡pero si ya lo sacó en el soporífero disco anterior!
La cosa es que esto del embarazo no me mola, primero porque ya no tienen edad, segundo, porque van a tener que inventarse cargos para emplear a su futuro crío (auqnue no apruebe ni 2 asignaturas de derecho) y tercero, porque este embarazo va a eclipsar la boda de Alberto y Charlene.
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