CONTRADICTORIO

He escrito en varias ocasiones que todos tenemos derecho a tener nuestras contradicciones. Pero bueno, cuando lees la prensa de este país (y de aquel otro) te das cuenta que NO, solo tenemos contradicciones Karmele Marchante y yo.

Ayer Ibarretxe (otro de los "grandes" de este blog) reapareció al más puro estilo José-María Aznar. Lo hizo en Tolosa, rodeado de los suyos (Arzalluz y Egibar).

Dijo muchas cosas... otras se las calló. Evidentemente solo voy a analizar lo que dijo.

En resumen dijo dos verdades y una mentira. Además pretendió hacer autocrítica, pero como viene siendo habitual, no lo consiguió.

Verdad 1: "EAJ-PNV ganó las elecciones"
Verdad 2: "Los gobiernos que se hacen contra las urnas, mueren en las urnas"
Mentira 1: "Nuestro proyecto has sido respaldado por la mayoría"

Parece mentira que a estas alturas haya que volver a explicar como funcionan las elecciones. Si el PNV -que es cierto que ganó las elecciones- hubiese obtenido la mayoría, hoy estaría gobernando. Así que no.
Y que el futuro del actual gobierno de López-Basagoiti tiene fecha de caducidad... evidentemente. El teletubbie no pasa por su mejor momento entre sus correligionarios y el lehendakari está haciendo de todo menos ejercer de lehendakari.
Ahora bien... ¿hay alternativa?

Con esta aparición han vuelto a surgir las dudas sobre el futuro de Ibarretxe. ¿Que va a volver? Leeremos con atención el deia los próximos meses.

Lo que jamás he entendido es lo que hizo Ibarretxe después de las elecciones (y que no es el único que lo hace). No seamos ingenuos, con la ley electoral, los "candidatos" se presentan a "parlamentarios". Y es el parlamento el que elige al lehendakari. Ibarretxe sacó su plaza de parlamentario... pero como el parlamento no le eligió lehendakari renunció al mismo.

Quizás sería el momento oportuno para revisar la ley electoral. Aunque esto aterra a todos. ¿Por qué no penalizar al que se presenta y luego renuncia? ¿por qué no impedir que si hay un partido ganador gobiernen la 2º y 3º ó 4º opción? ¿por qué no crear listas abiertas? ¿por qué no pasarse a la elección directa? ¿a dos vueltas?

La respuesta es clara. Todas estas propuestas son democracia pura y dura.
En cambio lo que tenemos ahora y los partidos no quieren modificar se llama "partitocracia".