EGO

Los que hemos nacido con el "ego subido" somos así. Egoístas. Pero nuestro egoísmo no nos impide reconocer al prójimo sus méritos, sus cualidades o simplemente ignorar sus fracasos.

Egoístas hay de dos tipos: los que nacen y los que se hacen.

Los que nacemos con el ego subido no damos problemas. Nuestro egoísmo nos impide preocuparnos por cosas tan absurdas como el que no gustemos a todo el mundo. Que a la gente le caigas mal tiene su encanto. ¡Viva la indiferencia!

El problema realmente lo tienen los que "se suben el ego" de forma voluntaria, sin carga genética de fondo. Estos egoístas "que se hacen" son los que dan el coñazo.

¿A qué viene esto? Hoy me he unido a dos grupos del feisbuc. Uno de ellos se denomina "Que un tiburón se coma de una puta vez a David Meca" y el otro "Por un mundo sin Pablo Motos". Estos dos personajes son los claros ejemplos de "gente con el ego subido" de forma voluntaria, el uno se piensa que a todos nos interesan sus andanzas acuáticas y el otro se cree que le consideramos gracioso. Ambos dos simplemente dan el coñazo.

El hormiguero se salva por los colaboradores. De hecho, solo hay que ver el programa de ayer -con Sardá de invitado- para darse cuenta de lo absurdo que es Motos. Todo él, así en general.

Y dicho esto, simplemente decir a los lectores que os quiero mucho. Aunque claro, no tanto como a mi mismo.